VIAJE AL SUR- MARRUECOS
Ir al encuentro del sur y de sus bereberes, siguiendo las pistas de piedra y arena, descubriendo paisajes casi desconocidos y salvajes, ser mecido por el lento ritmo de los dromedarios en el desierto, aprovechar completamente el viaje, durmiendo bajo cielos estrellados en tiendas nómadas, todo ello acompañado por la cultura bereberes y de su música.
Esta vez decidimos hacer un tur por el sur de Marruecos, denominado Nómadas del Sur, nos acompaña nuestro amigo y guía Ahmed del trekking del Sarhro.
El 10 de marzo; Cargados con todo lo necesario, partimos de Madrid a las 10h rumbo Marrakech a donde llegamos a las 12, hora marroquí y atrasamos una hora el reloj, nos espera nuestro amigo Ahmed con un 4x4 y su conductor Ahmed ll. Abrazos de recibimiento y adelante con el viaje, nos quedamos sorprendidos con el 4x4 su gran comodidad y la gran amplitud de la última fila de asiento. Le ofrecemos nuestra ruta de viaje que ya aviamos preparado previamente por Internet, sin mas partimos al sur.
Nos dirigimos al alto atlas por el paso de Tizi-n-Tichka paramos en un restaurante y comemos nuestro primer tajin desde aquí las panorámicas son espectaculares de la ladera norte del Atlas donde sus cumbres aun conservan bastante nieve del invierno, antes de coronar el puerto paramos en un lugar estratégico para hacer unas fotos, pasado el Atlas en su cara sur, después nos encontramos con Ait Benhaddu kasba de grandes dimensiones reconstruida con dinero del cine Patrimonio de
la Humanidad, la observamos a distancia ya que nos obliga a cruzar el río Mellah, nos invitan a pasarlo un grupo de taxis burro, pero nos conformamos con sus magnificas vistas a distancia, continuamos el viaje hasta el pueblo de Ouarzazate donde nos hospedamos en el hotel Sarhro.
Día 11: Dormimos placidamente en el Hotel Sarhro ,día siguiente, siete de la mañana desayunamos placidamente, seguimos con nuestro viaje pero antes visitamos Guarzazate ciudad monumental con grandes kasbas y llamativas escuelas de cine, el viaje continua por el valle de Kelaa M,Guna, un paraíso sembrado de rosas con su famosa agua de rosas y jabones que hacen de un lugar idóneo para los mas coquetos, como no, nos trajimos unas cuantas, también aprovechamos a comprar los turbantes bereber azul y negro imprescindibles para cuando nos adentremos en el desierto.
Nos dirigimos a Skura, pero antes se le ocurre Ahmed ll visitar una familia de pastores nómadas en el valle del Río M,Goun, viven en pequeñas cuevas escavadas en la tierra, compartimos con ellos momentos únicos, jugando al balón con el niño mas pequeño de la familia, nos invitaron a un te todos juntos y muy agradecidos nos despedimos, cuando será su próxima visita, nos preguntábamos, pasaran días, semanas, o quizá meses? en este lugar tan apartado de la civilización que se conforma con lo poco que tienen y no pide mas de lo que necesita.
Llegamos a la kasba de Skura, decidimos visitarla, llama la atención su construcción de materiales nobles extraídos del mismo lugar donde se asienta, elaboradas de barro paja y madera, son lugares mimetizados con el paisaje, casas que respetan el modelo ecológico cien por cien reciclable y no dañan al medioambiente.
Visitamos la garganta del Dades, es asombroso sus formaciones geológicas donde sacamos parecidos de las rocas en animales y personas. Recorremos la serpenteante carretera que nos lleva a lo más alto del valle, aprovechamos a contemplar sus bonitas vistas y como el río se encajona entre las rocas abriendo paso al sur. Desde las gargantas del Dades volvemos a Tinerhir enclavado en el valle del Todra con sus famosos palmerales, dormimos en el albergue Aissa.
Día 12: Acogedora compañía en el albergue Aissa, pasamos una noche de lo mas entretenida con el animado folclore musical que nuestro conductor Ahmed y los propietarios del albergue mantuvieron hasta cansarse, los timbales sonaban a dúo sin parar y la guitarra del huésped marroquí, por cierto muy bueno, sonaban de lo mas placentero para el oído de un foráneo que quiera empaparse de la música tradicional con bastantes influencias españolas.
El día empieza en el valle de Tinerhir, nos adentramos en la garganta del Todra, paredes verticales de más de doscientos metros de altura, lugar donde los escaladores disfrutan a pie de vía con gran cantidad de escaladas de todas dificultades.
Pasamos por Erfoud ciudad donde los oasis de Tafilatet producen gran cantidad de datiles, al llegar a Risani paramos en su puerta de entrada para hacer una bonita foto, Risani conserva gran cantidad de Ksur fortificaciones echas en barro que hacen del lugar idóneo para la practica de la pintura.
El día nos depara en las dunas de Erg Chebbi cerca de Merzuga, llegamos al albergue de L,Osis, negociamos un viaje de dos días en camello por las dunas de Erg Chebbi, nuestro primer contacto con las dunas es alucinante ya que ninguno de nosotros aviamos tenido esas nuevas sensación, la noche cae y las fotos son espectaculares con las sombras de los camellos en la arena, llegamos a las haimas y nos acomodamos, pasamos la noche placentera en lugar espectacular creado por el viento que azota con fuerza , formando caprichosas montañas de arena de mas de cien metros.
Día 13: Pasamos la noche bajo las estrellas en las dunas de Erg Chebbi el silencio es absoluto, pequeños ruidos en el exterior nos hacen sospechar de que algún animal anda fuera merodeando pero no nos altera, hasta que amanece, sale el sol al otro lada de gran duna que nos cobija, desayunamos en la haima y partimos de vuelta al albergue L,Oasis de Merzuga, para poder llevarnos estas imágenes Javi decide ir caminando para poder gravar con su cámara, el regreso es lento pero no importa, los camellos andan despacio esquivando el perfil de las grandes dunas que el viento a modelado con las tormentas, aquí todo es arena, perdón, los camellos contribuyen a dar vida a este inhóspito lugar, sus excrementos forman pequeñas bolas que el escarabajo pelotero las voltea y las domina a la perfección, llegamos al albergue un poco tristes por haber dejado ese maravilloso lugar, sacudimos la arena de nuestros cuerpos y nos damos un merecido baño.
Cogemos las mochilas y nos vamos al pueblo de Khemliya de costumbre sudanés de orígenes de los esclavos negros del protectorado, el folclore aun se conserva activo con el paso del tiempo el conocido grupo Zoiz nos encanto con su ritmo dedicado a la música afro marroquí, comentamos a nuestro guia que antes de alejarnos de este lugar tenemos que entrar por la puerta de Merzuga con vistas a las dunas que parecen que quieren pedir permiso para pasar bajó su arco.
Continuamos hasta el pueblo de Nekob pero antes visitamos el Lago de Merzuga, nos asombra como puede tener tanto agua y tan cerca del desierto. En el lago convive gran cantidad de fauna acuática, lugar de paso muy importante de aves migratorias que se dirigen al sur de África.
Llegamos al pueblo de Risani intentamos visitar el Mausoleo de Mulay Ali Sherif, la entrada esta prohibida a los no musulmanes pero tenemos suerte y logramos pasar, recorremos un poco de su interior disfrutando de sus jardines. Risani es la primera gran
ciudad musulmana marroquí fundada en el año 757.continuamos la ruta paralelos a
la Cordillera del Sarhro pasando por el mayor desierto de piedras del Sahara hasta llegar a Nekob.
Día 14: Teníamos ganas de llegar a Nekob para conocer la familia de Ahmed y conocer su pueblo, pasamos la noche en su casa como amigos invitados nos acogieron como a uno mas de su familia, cenamos todos juntos al estilo de las costumbre del pueblo marroquí, conocimos a su hermano que regenta una tienda de utensilios artesanales en el centro del pueblo, a su tío, hombre recio, autóctono pastor de ovejas con rostro de guerrero, con un típico machete atado a la cintura al que alguno de nosotros nos impresiona, también conocimos a su querida sobrina y muchos mas primos y abuelos conviviendo todos juntos en una casa abierta a todo el que quiera visitar.
Antes de partir visitamos el mercado del pueblo, bullicioso y con mucha variedad de puestos, donde puedes comprar todo lo que te puedas imaginar, desde ropa hasta tripas de cordero. La gente se arremolina en los puestos regateando hasta conseguir el mejor precio de amigo. Salimos de Nekob en dirección valle del Draa, nos sorprende como el río Draa puede dar tanta vida a un territorio tan seco gracias al agua que viene de las montañas del Atlas siendo generoso en su recorrido y aportando agua a las zonas que mas lo necesitan. Llegamos a la conocida ciudad de Zagora, pueblo moderno con sus típicas terrazas y cafeterías en la avenida principal. Aquí parten las mayorías de las agencias que organizan rutas en 4x4 al desierto. Después de comer en uno de los restaurantes más populares donde se concentran los moteros que viajan al desierto nos aproximamos a la montaña de Zagora o Gjbel Zagora para disfrutar desde su cima las maravillosas panorámicas del gran palmeral que arropa al río Draa.
Continuamos el viaje por el mismo valle asta llegar Tamegroute pueblo con encanto y mucha historia, es curioso como a la entrada del pueblo, los guías se sitúan debajo de un gran árbol, te acompañan en un pequeño recorrido por el pueblo para visitar los lugares mas destacados como la esplendida biblioteca coránica con manuscritos de religiones, historia, astronomía y medicina de diferentes culturas y nacionalidades, todo ello explicado por un anciano con mucha sabiduría por los acontecimientos ya vividos, lugar de paso donde los mercaderes de otras tierras ofrecían sus conocimientos antes de partir al sur. La visita continua por las calles del pueblo reagrupadas por estrechas galerías que apenas dejan penetrar los rallos de luz, pero conservan una agradable temperatura que en estos lugares se puede echar de menos en ciertas horas del día. También visitamos la cooperativa de alfareros que es de las mas importantes de esta zona por su forma de producción artesanal que remonta muchos años atrás y que aun perdura con bastante actividad donde se reparten el trabajo hombres y mujeres, La tarde cae y tenemos que continuar el viaje, pasaremos la noche en las dunas de M,Hamid, nos desviamos de la carretera principal y en pocos kilómetros por pista llegamos al campamento. El lugar es singular, con muchas dunas y algo de vegetación que aún resiste el continuo avance del desierto.
Día: 15 Dormimos todos en la misma haima la noche fue tranquila sin la música bereber de otros días tocaba descansar. Antes de continuar en ruta, nos acercamos al pueblo de M,Hamid cerca de la frontera con Argelia, la arena cubre parte de sus calles con el viento las bolsas de plástico deambulan por todas partes, los pequeños comercios abren sus puertas ofreciendo toda clase de provisiones a los viajeros que se adentran en el desierto, pasamos a una tienda para comprar agua, también compramos dos balones de futbol que se lo dimos a los niños del pueblo junto con el paquete de material escolar que entregamos en la escuela.
Salimos de M,Hamid dejamos las poblaciones, las carreteras desaparecen, solo pisamos arena, dispuestos a descubrir la zona mas inhóspita del Sahara marroquí. Para comer buscamos la sombra de una acacia que aun se pueden encontrar en este lugar tan hostil, el calor en estas fechas es soportable y decidimos caminar sentimos el viento en nuestras caras y la arena en nuestros pies, incluso nos atrevemos a competir pequeñas carreras a nuestro guía, que fue imposible alcanzarle y eso que se quito las zapatillas.
Paramos en el oasis Iriki para refrescarnos un poco de la calurosa caminata, de nuevo continuamos en nuestro 4x4 hasta llegar a las dunas de Erg Chegaga la tarde esta cayendo, antes de que se ponga el sol, nos preparamos para subir a la duna mas alta y contemplar la puesta de sol, no falto duna a la que quisiéramos subir, todas eran espectaculares, disfrutamos de lo lindo, subiendo y bajando, nos acordamos del snowboard que también es posible con un poco de habilidad.
Día: 16 Fue una noche inolvidable por el espectáculo musical que nos ofrecieron los guías de los diferentes campamentos, se concentraron todos en el nuestro, atraídos por el estupendo carácter divertido de nuestro conductor, cantamos todos juntos alrededor de una gran fogata, bajo las estrellas de una noche algo fresca, lo normal en el desierto, pero alegre por la estupenda compañía y el agradable calor del fuego que apetece a esas horas. Es asombroso despertar en este lugar, sentir el silencio y notar la tranquilidad que se percibe. Nos espera un largo viaje, en nuestro último día por el Sahara, recorremos diversas zonas con pequeñas dunas, seguimos el camino con subidas y bajadas en constante movimiento, resultando un tanto divertido hasta llegar a la gran planicie del Lago Iriqui, este lugar es conocido por que se utiliza como aprovisionamiento y pista de aterrizaje para los aviones del Rali Paris Dakar.
El lago casi siempre se encuentra seco, debido a la escasez de lluvias, se dejan ver restos de sal retenidos en la superficie, en siglos pasados todo lo cubría el agua como lo demuestran los fósiles que también vimos incrustados en las rocas dispersas por la zona.
Dejamos las pistas de tierra y llegamos a Fun Zguid primer pueblo después de dos días recorriendo paisajes con muchas dunas, aprovechamos a tomar un refresco en la avenida principal, Ahmed comenta que este pueblo es punto de partida al desierto de los jeques árabes, atraídos por lo espectacular del paisaje, llegan hasta este lugar en helicóptero.
Ya no es imprescindible el turbante, pero seguimos con el, porque nos sentimos bereber. Continuamos el viaje por carretera hasta Talioune, nos hospedamos en el albergue Souktana situado a la entrada del pueblo, acogedor y muy tranquilo, decidimos cenar en algún restaurante del pueblo, nos llama la atención las grandes piernas de baca que cuelgan en los puestos, Ahmed nos convence para comprar carne y asarlo a la brasa en un típico restaurante del pueblo, así lo hicimos, cenamos todos juntos para celebrar nuestro ultimo día, por cierto todo bastante bueno, adormir al albergue con la barriga llena.
Día: 17 Descansamos como auténticos marajas en el albergue Souktana, echábamos de menos una buena cama, desayunamos, cargamos las mochilas en la vaca del Toyota como todos los días, a primera hora antes de partir sorteamos los asientos con ventanilla, esto nos lleva algún que otro acuerdo, partimos en nuestro último día de viaje por el sur de marruecos. Salimos de Taliouine con dirección al norte, el paisaje es cambiante según vamos acercándonos al Atlas, observamos pequeños campos de trigo que dan paso al anti Atlas con numerosas extensiones de Argan árbol apreciado por su infinidad de propiedades de cuyo fruto parecido a la oliva se obtiene aceite, se utiliza para guisar y también en productos como jabones y cremas, decidimos parar para observar de cerca este magnifico árbol.
Llegamos al Atlas la carretera es estrecha con muchas curvas, al que alguno de nosotros nos pone mal cuerpo, hacemos una parada para recuperarnos, la carretera va esquivando los perfiles de la montaña hasta llegar a lo mas alto, el paso de Tizi-n-Test donde las panorámicas son espectaculares de su ladera sur, con escasa vegetación, observamos fuertes depresiones y torrentes de los ríos que van al desierto, paramos en una zona estratégica junto a la carretera para comer nuestras ultimas reservas de jarufo que aun nos quedan y que con el olor ponían nervioso al conductor. Pasamos a la cara norte mucho mas verde y poblada, al cruzar el pueblo de Asni, me recuerda cuando estuvimos con el club Peñalara en la subida al Toubkal (en el 2004) desde aquí partimos al refugio Leltner.
Disfrutamos de un gran día, el más largo de todos, llegamos a Marrakech con suficiente tiempo para visitar su medina,
la Kotubia e incluso nos dio tiempo a ver donde curtían las pieles, cenamos en la plaza de
la Jemma el Fna sus típicos pinchos de carne y freidurías de pecado, tomamos un buen te con el que brindamos por lo bien que nos a salido el viaje y el agradable trato de nuestro guía Ahmed y el conductor Ahmed ll. Muchas gracias a los dos.
Dormimos en el Hotel Tazi, muy cerca de la plaza, a la mañana siguiente del día 18 a la 13h partimos a Madrid.
Texto: José Manuel francisco Álvaro
Fotos: Javier Francisco Álvaro
Javi_fran1@hotmail.com